¿De qué te estás alimentando?
Siempre oímos la frase “Somos lo que comemos”, y tiene sentido ¿no?, nuestro cuerpo está formado por millones de células que toman sus componentes de la comida que ingerimos, claro como el agua… Pero nuestro cuerpo no solo consta de materia, estamos vivos gracias a la vibración que genera la energía vital y ésta también se ve afectada por lo que dejamos ingresar y lo que dejamos que permanezca..
Es un tema más complejo de lo que parece, pues se puede abordar desde muchos puntos de vista; voy a mencionar los que son más importantes para mí, dejando de lado todo lo que implica la nutrición esencial (minerales, vitaminas, carbohidratos, proteínas y grasas) que tod@s como Seres Human@s debiésemos manejar al derecho y al revés.. aquel que no sabe ¡por favor, aprenda ahora ya!
Somos Vibración
Si bien la mayoría no podemos ver la energía que nos habita, sabemos con certeza que está ahí, pues sin ella no estaríamos viv@s. En el contexto del universo, la energía está presente en múltiples formas, una de sus características es la vibración, que se manifiesta en diferentes escalas, desde lo microscópico hasta lo cósmico (desde moléculas, átomos hasta sistemas planetarios).
Como Seres Humanos y parte del universo, también vibramos. Todos nuestros tejidos, órganos y sistemas del cuerpo vibran a una frecuencia determinada, resultado de nuestra salud, emociones, pensamientos, estados de ánimo, el entorno, y por supuesto, aquello que ingerimos, entre muchos otros factores. Habitar en una vibración alta brinda sensación de vitalidad, liviandad y fluidez, mientras que habitar vibraciones bajas conecta con emociones como el miedo, la ira y sensación de estancamiento y pesadez.
Todo aquello que entra por nuestros sentidos está vibrando de una manera específica y por consiguiente, influyendo directamente en nuestra propia vibración. Ahí radica la importancia de hacernos conscientes de qué información estamos dejando entrar constantemente a nuestro organismo. ¿Qué tipo de música escuchas? ¿Qué mensajes trae aquella música? ¿Eres expectador(a) diari@ del noticiero donde relatan accidentes y asesinatos? ¿De qué hablan tus amistades y tu familia? ¿Qué tipo de videos y películas ves normalmente? En la cotidianidad, ¿dónde pones tu atención, en las cosas bellas y ordenadas o en las cosas feas y desordenadas?
Prana
En varias tradiciones espirituales y filosóficas, como el yoga y el hinduismo, se menciona el concepto de “prana” en relación con la vibración alta. El prana es un término sánscrito que se refiere a la energía vital o la fuerza vital que fluye a través de todo el universo, incluido nuestro cuerpo.
El prana vibra en una frecuencia alta y sutil, cuando es abundante y fluye libremente a través del cuerpo y los chakras, contribuye a una mayor vitalidad, claridad mental, equilibrio emocional y conexión espiritual.
Los alimentos frescos, crudos y orgánicos, como frutos secos y semillas, hierbas y especias (frescas) así como el agua limpia (y fresca, claro) se consideran especialmente ricos en prana. Los alimentos deficientes en prana son aquellos procesados, congelados, fritos, las carnes rojas, productos lácteos, azúcar y harinas refinadas, como también las bebidas carbonatadas y energéticas.
Además, la forma en que se preparan los alimentos también puede afectar su contenido de prana. Por ejemplo, se cree que cocinar los alimentos usando microondas o cocción a alta presión, entre otras, puede disminuir su contenido de prana.
Una alimentación consciente en este ámbito nos invita a comer aquello que viene directamente de la tierra y no ha pasado por procesos externos, evitando aquellos alimentos que, no solo no contienen de esta energía vital, sino que contribuyen con la pérdida de ella en nuestro cuerpo: alcohol, alimentos procesados, envasados, enlatados, refinados, edulcorantes artificiales, etc.
Otras maneras de aumentar y equilibrar el prana en el cuerpo es a través de la práctica del yoga, la meditación, la respiración consciente y otras técnicas de desarrollo espiritual. Estas prácticas se centran en purificar y fortalecer los canales de energía, así como en abrir y activar los chakras para permitir un flujo armonioso del prana.
Ayurveda
En la filosofía Ayurveda (sistema de medicina de la India), se considera que todo en el universo (incluyendo al Ser Humano) está compuesto por cinco elementos básicos: tierra, agua, fuego, aire y éter (o espacio). Cada elemento tiene sus propias características y cualidades, y se encuentran presentes en diferentes proporciones en cada ser vivo. A modo de hacer la explicación más simple, voy a poner unos ejemplos: ¿Eres una persona intensa, sensible al calor y con tendencia a la irritación? Es probable que tu cuerpo contenga altas proporciones de fuego. ¿Eres una persona que “sueña despierta”, te gusta estar en movimiento y tienes tendencia a la ansiedad? Es probable que haya más cantidades de aire y de eter en tu cuerpo. ¿Eres una persona calma, de cuerpo fuerte con tendencia al letargo y dificultad para los cambios? Es probable que tu cuerpo sea más abundante en tierra. Y así, cada elemento abundante en nuestro cuerpo nos dará las características que le pertenecen, ¿te hace sentido?
Así como en nuestro cuerpo se distribuyen los elementos de diferentes maneras y cada persona tiene su constitución particular, esto también ocurre con los alimentos que consumimos. Cuando ingerimos alimentos ricos en grasas y proteínas estamos ingiriendo tierra y agua, aquellos alimentos fríos, secos y crujientes son ricos en aire y éter, a diferencia de los alimentos picantes, ácidos y salados que traen consigo fuego y agua.
También podemos profundizar y reflexionar en torno a otras maneras en que los elementos se relacionan con nosotros y nos afectan: imagina que trabajas en una cocina 8 horas al día, todos los días; una cocina con altas temperaturas, fuertes olores de variadas especias, ritmo de trabajo rápido, un jefe estresado que grita que los clientes están en espera de su comida… ¿Con qué elemento relacionarías este estilo de vida? No me extrañaría que se presentaran síntomas relacionados a un exceso de fuego en el cuerpo del trabajador bajo estas circunstancias, síntomas como acidez estomacal (que puede llevar a úlceras), inflamaciones, acné, etc.
Una alimentación consciente en este sentido, es aquella en que observamos constantemente nuestro comportamiento, tendencias, síntomas físicos, psicológicos y energéticos para discernir cuáles son los elementos que posiblemente estén en exceso o en escasez. Con esta información, podremos elegir la alimentación y estilo de vida que contrarreste el elemento predominante brindando aquellos que escasean. Muchos libros en internet de Ayurveda esquematizan y profundizan la información que acabo de entregar, es una filosofía muy interesante y eficaz, pues trabaja de manera preventiva en vez de reactiva.
Sistema de Chakras
Los Chakras son los siete principales centros energéticos presentes en nuestro cuerpo. Se ubican a lo largo de la columna vertebral y cada uno de ellos está asociado a un color, una parte del cuerpo y una función específica. Los alimentos también pueden contribuir al funcionamiento correcto de cada Chakra, teniendo en cuenta que el desequilibrio de uno de ellos afectará al sistema completo energético del cuerpo.
- Chakra raíz (color rojo) – se encuentra en la base de la columna vertebral y se asocia con la supervivencia y la seguridad. Los alimentos rojos, como las frutas del bosque, las manzanas rojas y las remolachas, se consideran beneficiosos para este chakra.
- Chakra sacro (color naranja) – se encuentra en la pelvis y se asocia con la creatividad y la sexualidad. Los alimentos naranjas, como las zanahorias, los mangos y la calabaza, se consideran beneficiosos para este chakra.
- Chakra del plexo solar (color amarillo) – se encuentra en el abdomen y se asocia con la autoestima y el poder personal. Los alimentos amarillos, como el limón, la piña y el maíz, se consideran beneficiosos para este chakra.
- Chakra del corazón (color verde) – se encuentra en el centro del pecho y se asocia con el amor y la compasión. Los alimentos verdes, como el brócoli, las espinacas y las manzanas verdes, se consideran beneficiosos para este chakra.
- Chakra de la garganta (color azul claro) – se encuentra en la garganta y se asocia con la comunicación y la expresión. Los alimentos azules, como las moras y los arándanos, se consideran beneficiosos para este chakra.
- Chakra del tercer ojo (color añil o morado) – se encuentra en el centro de la frente y se asocia con la intuición y la percepción. Los alimentos morados, como las uvas, las berenjenas y las ciruelas, se consideran beneficiosos para este chakra.
- Chakra de la corona (color blanco o violeta) – se encuentra en la cima de la cabeza y se asocia con la conexión espiritual y la sabiduría. Los alimentos blancos, como el ajo, la cebolla y el jengibre, se consideran beneficiosos para este chakra.
Te dejo la invitación a tomar consciencia acerca de qué aspectos de vida necesitan sanar, es probable que tu cuerpo ya te esté avisando de antemano con molestias y síntomas en las zonas relacionadas a los chakras afectados por aquellos asuntos que has evitado enfrentar.
En resumen, todo aquello que entra a través de nuestros sentidos están influyendo en nuestra salud física, emocional, energética y espiritual, por lo tanto, es importante ser conscientes de lo que consumimos, cómo nos afecta y si está alineado con aquello que queremos para nosotr@s. La filosofía del Ayurveda y el sistema de los Chakras pueden ser herramientas valiosas para ayudarnos a comprender cómo los alimentos y nuestra forma de vida afectan nuestra energía vital. Una alimentación consciente y equilibrada es una forma efectiva de mantener una buena salud y armonía en todos los aspectos de nuestra vida, pero no olvides que también te alimentas de la experiencia!
¿Qué opinas de esta información? ¿Qué cambios harías en la cotidianidad para vivir una alimentación consciente? ¡Déjanos tu comentario!
Te deseo buena vida 🙂